Punto emblemático de Paris, está pirámide marca una de las entradas al Louvre. Le acompañas dos mas pequeñas. Las fotos al atardecer son increíbles, aunque la plaza siempre tiene mucho ajetreo de gente. Imprescindible su visita. Desde dentro del museo se ve con otra perspectiva igual de asombrosa.

Muy hermoso lugar, se recomienda entrar al museo por la parte de abajo que hay menos gente, las filas son larguísimas pero recomendado si te gusta el arte, hay muchos spot para tomarte la foto

Es grande pero suele estar algo lleno, se pide reserva antes de entrar y la monalisa está en el salón 711 si no me equivoco.

La Pirámide del Louvre es una estructura icónica de vidrio y metal ubicada en el patio principal del Museo del Louvre en París. Diseñada por el arquitecto chino-estadounidense I. M. Pei, fue inaugurada en 1989 como parte de un proyecto de modernización del museo. La pirámide tiene una altura de 21,6 metros y está formada por 673 paneles de vidrio. Actúa como la entrada principal del museo y conecta con un gran vestíbulo subterráneo que distribuye a los visitantes hacia las distintas galerías. Aunque en un principio generó controversia por su estilo moderno en contraste con la arquitectura clásica del Louvre, la pirámide se ha convertido en un símbolo de la mezcla entre lo antiguo y lo contemporáneo, y es una de las atracciones más fotografiadas de París.

Es sin ningún lugar a duda el museo más famoso del mundo, cuya fama se puede comparar quizás solamente con los Museos Vaticanos. Las obras de arte que expone son más que míticas, desde la Venus de Milo hasta la Nike de Samotracia, pasando, como no, por la Giocanda: cada rincón contiene algo increíble que ver. Y justamente eso llega a ser el único inconveniente del museo: las dimensiones. Hay que organizar muy bien la visita (o incluso visitas, yendo varios días al museo) o de lo contrario el riesgo de cansarse demasiado y de no ver lo deseado es muy fuerte.