Hermosa catedral barroca símbolo de la ciudad de bolonia por dentro preciosa llena de simbolismo donde hay enterradas en el interior de ella muchos personajes relevantes de la historia de la ciudad de bolonia Fotos y reseña en octubre del año 2024.

Está considerada como el principal lugar de culto de la ciudad. Situada en el corazón del centro histórico, una calle peatonal con gran cantidad de gente. Paseando por la misma y entre los soportales de las viviendas te encuentras con la fachada de la iglesia que impresiona. Por consiguiente la visita a la misma es obligada. El exterior nada tiene que ver con su interior, la que apreciamos que consta de una sola nave, con capillas laterales. Hay pinturas interesantes tanto en sus paredes como en el ábside, o el altar mayor de mármol. Entre sus obras destaca el grupo de esculturas de terracota, de Cristo Muerto con las Marías que lloran. De la cual hice foto y añado.

2024, y todavía la iglesia católica considera que entrar a ver la Catedral de Bolonia, con vestido largo de tirantes o pantalones cortos las chicas/mujeres es indecoroso (en una ciudad con 31 grados y 60 por ciento de humedad la indumentaria mas habitual y conveniente por otro lado) . Advertir que los pantalones cortos para los hombres no cuentan, ellos no aportan indecorosidad al espacio... Vaya, otro sesgo... No obstante, la fiebre turística que nos arrastra, te hace a veces hacer cosas sin sentido y que además ayudan a enriquecer al que te limita. Un paño de celulosa para cubrirte los hombros por 2 euros, te absuelve. Esta "empresa", necesita modernidad...

Catedral muy bonita y con mucha historia en sus cimientos. Tiene cripta y una parte arqueológica muy recomendable. Muy bonito subir al campanario y poder observar toda la ciudad de Bolonia desde las alturas. La subida es un poco estrecha pero se puede subir incluso con niños. Hay varias paradas durante el recorrido para coger aire y coger fuerzas. Es gratis subir, hay un donativo opcional para el mantenimiento del campanario.

Catedral barroca que puede pasar desapercibida por encontrarse su entrada en los soportales, pero que es de obligada visita si quieres conocer los monumentos más importantes de Bolonia. Antes de la catedral de San Pedro, en el lugar ya existía una iglesia en el año 1028, con un campanario a su lado de vieja edad romana y base circular (al estilo de Ravena). Esta fue destruida por el incendio devastador del año 1141, y de tal manera fue construida y consagrada por el Papa Lucio III en el 1184. En el 1396 se construyó un porche alto delante de la fachada que después fue rehecho en el año 1467. Aquí, aproximadamente a partir del año 1477, los grandes pintores de Ferrara, Francesco del Cossa y Ercole de' Roberti, trabajaron en la Capilla Garganelli, en la cual crearon un ciclo de frescos, que influyò notablemente Niccolò dell'Arca y Miguel Ángel. Se salvaron muy pocos fragmentos de tales frescos con la reconstrucción. Bajo el orden del cardenal Gabriel Paleotti el edificio se reconstruyó de manera radical en su interior, a partir del año 1575. Las (re)construcciones fueron tan profundas que causaron el derrumba de las bóvedas en el 1599. A partir del 1582, esta es elevada al rango de Iglesia Metropolitana (o sea, sede obispal con jurisdicción sobre obispos y sus diócesis del mismo territorio) del papa Gregorio XIII. Por fin, este templo fue reedificado al principio del año 1605 y entre el 1743 al 1747 recibió una nueva fachada diseñada por el arquitecto Alfonso Torreggiani y por el querer del papa Benedicto XIV. Una de las curiosidades que se puede encontrar en el interior es un péndulo de Foucault, un instrumento inventado por el físico francés del mismo nombre para demostrar la rotación de la Tierra. Se exhibió por primera vez al público en 1851 en el Panteón de París. El boloñés cuelga en la capilla de San Michele, junto al altar mayor, no lejos del famoso reloj de sol Cassini. Consta de un cable de unos 19,5 metros y una esfera de cobre de unos 40 cm de diámetro y un peso de 9 kg. Funciona gracias a un electroimán. El plano de oscilación completa una rotación completa en 34 horas. Fue inaugurado por el prof. Umberto Eco (1932-2016, quien hizo famoso al instrumento al nombrar una de sus afortunadas novelas.