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Hallgrímskirkja es una emblemática iglesia luterana que se erige majestuosamente en el horizonte de Reykjavik, convirtiéndose en uno de los íconos más reconocibles de Islandia. Su diseño arquitectónico, inspirado en las formaciones de columnas de basaltos que se encuentran en la naturaleza islandesa, se caracteriza por su fachada blanca y su imponente torre de 74,5 metros de altura, que ofrece unas vistas panorámicas espectaculares de la ciudad y sus alrededores. En su interior, la iglesia destaca por su impresionante órgano, que cuenta con 5,275 tubos y emite una melodía cautivadora durante los conciertos. Hallgrímskirkja no solo es un lugar de culto, sino también un punto de encuentro cultural y turístico, donde los visitantes pueden disfrutar de la belleza de su arquitectura y la serenidad de su ambiente. Es una parada obligada para aquellos que desean experimentar la rica herencia cultural de Islandia.
Opiniones
Con cielo despejado es posible ver la aurora boreal a pesar de la luz de la ciudad. Hay estacionamiento de cuota a lado. En gran parte de esta zona tiene costo de aparcamiento y límite de tiempo.
Existe un mirador dentro el cual tiene costo. Mi viaje fue en octubre
Iglesia luterana con una hermosa vista desde su cuarto piso.
La entrada a la iglesia es gratis. Cobran 1000 a 1400 coronas por persona ($8 a 10 dólares) para subir por el elevador al cuarto piso y ver desde sus 4 lados la ciudad.
Además las campanas suenan cada 15 minutos.
Afuera hay columpios para niños
Definitivamente debes pasar por ella, porque es de lo principal en la ciudad. Tiene una curiosa arquitectura, y de noche con las luces se ve aún más bonita. El interior sencillo. Puedes ir al mirador pagando. En sí no es tan impresionante como otras, pero no la vas a dejar pasar.
Sin duda el lugar más emblemático de la capital de Islandia. Situada en pleno centro de la ciudad, la entrada es gratuita, aunque es mucho más bonita por fuera que por dentro, que es bastante austera. En la entrada puedes encontrar la estatua de Leif Erikson, hijo de Erik el Rojo, que fue regalada por los Estados Unidos a Islandia como conmemoración del milenio de la creación del parlamento islandés en 1930.
Espectacular catedral. Muy bonita y sencilla por dentro. Entrada gratuita y hay un ascensor para subir al mirador que es de pago.
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